El área del medio ambiente ha producido 2,3 millones de puestos de trabajo en los últimos años y es uno de los que menos se ha visto aquejado por la crisis. Con recesión económica o sin ella, se prevé que siga progresando, debido a lo cual vale la pena anotarse en un curso de gestión del medio ambiente.
Establecimiento de procesos de gestión ambiental, confección de auditorías ambientales, análisis del ciclo de vida de los productos, son algunas de las salidas probables para un buen técnico en gestión del medio ambiente. Una profesión que además cuenta con un sólido componente vocacional, ya que la puesta en práctica de estas normas no sólo beneficia a las compañías y a los gobiernos, sino también a los consumidores y al mundo entero.
Mejorando la gestión ambiental de una compañía del sector privado se pueden lograr dos cosas: incorporar una nómina en la cuenta por mes y estar felices de realizar una labor cuya importancia social, por cierto, es positiva. El salario medio de un técnico en gestión ambiental con un año de práctica se ubica entre los 20.000 y los 24.000 euros anuales.
Por su parte, no es necesario que la empresa que instaura un sistema de gestión ambiental tenga aptitud ecologista. Hay diversas razones con menor desinterés para hacerlo. Ciertas partes de mercado son inaccesibles si no se posee la certificación ISO 14001 o se puede comprobar que se está adherido al Reglamento EMAS.
Hay mercados que sí son alcanzables, pero las posibilidades se ven claramente reducidas al momento de competir con multinacionales o importantes compañías que sí han adquirido el certificado ISO 14001 o similares.
Las normativas ya no se fundan solamente en ventajas competitivas. Las leyes cada vez son más exigentes en materia de calidad medioambiental. No cumplirlas fielmente expone a la empresa a sanciones e incluso cierres preventivos. Son pérdidas opulentas que pueden prevenirse implantando un sistema de gestión medioambiental y contratando a los técnicos competentes.