biocombustibles

Los biocombustibles surgen de la necesidad que existe en diferentes países de sustituir los combustibles derivados del petróleo por combustibles que se obtienen de distintos tipos de cereales y de elementos del reino biológico de donde surge su nombre.

Hay países que no tienen en su subsuelo petróleo y deben importar la totalidad de este producto para poder movilizar los motores de combustión, lo que los convierte en rehenes del mercado en lo que se refiere a los movimientos de precio del oro negro,  ya que deben adaptarse a precios internacionales que deterioran en muchos casos sus economías.

Buscando atenuar esta dependencia, varios países, principalmente los productores agrícolas, están utilizando combustibles obtenidos de granos como el girasol, maíz, y semillas oleaginosas, mezclándolos con el combustible obtenido de hidrocarburos en porcentajes en el entorno del 15%. Si bien los biocombustibles también liberan CO2 en el medioambiente cuando son consumidos en el motor, su producción absorbe el mismo en forma proporcional neutralizando su acción en el efecto invernadero.

Dentro de los biocombustibles, además de los conocidos como biodiésel producidos como decíamos a partir de granos aceitosos, existe el llamado bioetanol o directamente etanol , que es un alcohol obtenido a través de la fermentación del azúcar, generalmente utilizando caña de azúcar o sorgo. Este etanol es utilizado para mezclarse con las naftas procedentes de hidrocarburos en porcentajes similares a los biodiésel, es decir en el orden del 15%.

Si bien los biocombustibles están siendo obligatorios en muchos países como herramienta para enfrentar las crecientes emisiones de CO2 a la atmósfera con las consecuencias probadas de esto en el Cambio Climático, la utilización de una porción de la producción agrícola para este fin, conspira con los precios de la misma para ser utilizada como alimento, ya que al crecer la demanda aumenta el precio, por lo que se está tratando de utilizar materias primas que no afecten las utilizadas para la alimentación del mundo.

Por esta razón se están estudiando y ya hay empresas que lo  han conseguido, obtener biocombustibles a partir productos que no tengan un impacto directo en la alimentación. Uno de las líneas más desarrolladas es la que utiliza  algas como materia prima. La ventaja de este sistema radicaría en que el terreno necesario para el crecimiento de la materia prima, es mucho más pequeño y además, afirman que estudios independientes han demostrado que las algas son capaces de producir 30 veces más biodiesel, que la misma cantidad de materia utilizada convencionalmente para generar biodiesel.