Desde que fue lanzado Remica Plan 40/7, los usuarios de Remica, empresa de servicios energéticos, tienen garantizado por contrato cuál es el gasto máximo que realizarán. En efecto, gracias a este plan de ahorro y eficiencia energética, aquellos clientes que excedan el gasto establecido como techo no deberán pagar ningún cargo extra, sino que la propia empresa será quien asumirá el coste económico del mismo.
La iniciativa de Remica Plan 40/7, denominado Coste Cero, constituye un punto de inflexión para las empresas de Servicios Energéticos (ESEs) de España porque, hasta el momento, Remica es la primera compañía en ofrecerles a los usuarios la posibilidad de saber su techo de gasto, el cual queda asegurado por medio de un contrato mercantil, para mayor transparencia.
Dicho plan, por una parte, garantiza en el edificio un ahorro de energía de al menos un 40%, cuyas mejoras a ser realizadas en el mismo quedarán amortizadas como máximo en 7 años. Además, contempla un coste cero para los clientes, quienes de ese modo se verán ampliamente beneficiados desde el primer momento de la puesta en marcha del plan, debido al ahorro económico que este supone.
Vale aclarar que el ahorro queda garantizado no solamente en lo referido a la energía consumida y las instalaciones, sino además en todo lo relacionado con desperfectos y mantenimiento de los sistemas, con una monitorización durante las 24 horas del día, todo el año.
De esta manera, el Remica Plan 40/7 implica un rotundo avance en la contratación de una empresa de Servicios Energéticos debido a que, al convenir de antemano un techo de gasto, ofrece un ahorro económico en el consumo de energía. Por consiguiente, los usuarios se despreocuparán de su factura, puesto que la misma no sufrirá modificación alguna en caso de superar el monto prefijado. Así, son los propios titulares de los edificios quienes se encargarán de gestionar de manera eficiente el consumo de energía, según sus necesidades de confort.
Para la puesta en marcha del Plan Coste Cero, Remica debe realizar previamente en el edificio una auditoría energética para poder determinar cuál es el estado actual de las instalaciones y las obras necesarias de mejora. Y, a la par, debe efectuar un estudio detallado de las facturas energéticas. Tras fijarse los objetivos de ahorro, la empresa se ocupa de modernizar las instalaciones, optimizando su calificación energética y brindando una garantía absoluta en cuando a los materiales usados y la mano de obra. A su vez, realiza una mejora tanto del precio como de los contratos con las empresas abastecedoras de energía.
Es preciso señalar que las mejoras que se realicen a las instalaciones no implican un gasto extra en la factura de los clientes, sino que las mismas serán amortizadas en un plazo máximo de 7 años. Transcurrido ese tiempo, el usuario podrá disponer de la totalidad de los ahorros económicos conseguidos.
En resumen, al elegir Remica los usuarios dejarán de preocuparse en la energía consumida, pues tan solo pagarán por la energía utilizada, viendo satisfechas sus necesidades reales e individuales de confort.
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