La importancia de la actividad del fontanero para la salud de la población mundial

El Consejo Mundial de la Fontanería (WPC), organismo de nivel internacional del que CONAIF forma parte en nombre de la mayoría de las compañías
instaladoras españolas, cree importante concienciar a la población en general acerca del rol fundamental que la fontanería posee actualmente en el cuidado de la salud pública, del medio ambiente y, además, de la Tierra.

La imagen pública del fontanero en ocasiones no es del todo positiva, llegando a vincular a este profesional con labores un tanto acotadas de la profesión, como desobstruir los sumidero o arreglar las pérdidas de agua, etc. Una imagen que dista un abismo de la realidad.

Reforam by Surenorebis

Los fontaneros, que se forman con un curso de fontanería, efectúan una función en verdad difícil y trascendental, por medio de procedimientos completos de instalación y conservación de los sistemas que, realizadas adecuadamente y siempre por profesionales, son esenciales para garantizar la protección de la salud pública. Sistemas inapropiados de provisión de agua en los edificios y redes de salubridad inapropiados pueden dar lugar importantes problemas de salud.

En un panorama mundial como el presente, en el que el cambio climático es motivo de una inquietud en ascenso, la función de la fontanería se torna en una pieza clave para el cuidado del agua, su empleo y reutilización, y para la instalación y mantenimiento de equipos que utilizan fuentes de energías renovables.

En los estados en vías de desarrollo, la fontanería es muy acotada e incluso inexistente. La ausencia de la actividad y de profesionales que la lleven a cabo representa un factor decisivo en las trágicas estadísticas que evidencian que un alto porcentaje de la población mundial no cuenta con acceso a agua potable ni a sistemas de salubridad eficientes. De acuerdo a lo estimado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 3 millones de niños menores de 5 años mueren cada año debido a enfermedades asociadas con la nefasta calidad del agua; un dato sorprendente que otorga importancia a los sistemas y reparaciones de fontanería, y a su correcto mantenimiento e instalación.