Todos sabemos que en tiempos de crisis hay que ajustarse el cinturón y sacar recursos de donde sea. Hasta ahí todos estamos (más o menos) de acuerdo. Pero otra cosa son medidas delirantes como el impuesto al autoconsumo de energía solar (en realidad afecta a todas las energías autogeneradas) que el gobierno español presentaba el proyecto el pasado mes de julio.
Con la llamada “Propuesta de Real Decreto para el autoconsumo de electricidad” el gobierno se ha echado encima no sólo a los consumidores, eso era de esperar, sino también a la Comisión Nacional de la Competencia, la Comisión Nacional de la Energía, la Unión Española Fotovoltaica, la Fundación Renovables, Ecologistas en Acción, varias administraciones públicas… La lista sería larga. Hasta a Forbes le parece ridículo. Y mira que es difícil poner de acuerdo a toda esta gente.
Poniéndole puertas al campo
Discriminatorio, desorbitado, contraproducente, inaudito, son algunos de los adjetivos que se encuentran asociados a este nuevo impuesto. Por internet circulan decenas de metáforas (me quedo con “cobrarte por comerte los tomates de tu huerto”) tan simples como adecuadas para describir el “peaje de respaldo” (menudo nombrecito, por cierto). Pero ¿es que la medida no tiene ningún sentido?
¿Será para acabar con el robo de placas solares? Unido a otras nuevas medidas como el decreto que alarga la vida útil de las centrales nucleares, suena a presión de lobby. Parece que el término mismo se inventó en los think tanks de Iberdrola. Y hay una excepción en el decreto: las “instalaciones de cogeneración”, que utilizan también gas natural, exentas hasta 2020. Curioso.
Dado que pronto será un delito con todas las de la ley, permítaseme un poco de humor: a diferencia de lo que pasa con los estupefacientes, en este caso alegar consumo propio no te servirá para nada. Pronto veremos huertos solares “de guerrilla” ocultos en los maizales y los bosques españoles; “le juro que esta placa no es mía, señor agente…”
A falta de la aprobación en Cortes del Real Decreto (ha pasado por Consejo de Ministros en 20 de septiembre), el peaje de respaldo ya es cosa hecha. Ya decía mi abuelo que nos iban a terminar cobrando hasta por respirar. Y si no, al tiempo. Bueno, eso si nos dejamos; cada vez se oye con más frecuencia por la calle ese término de “desobediencia civil”…